La hora del planeta, solicitando el "aporte" de cada uno de nosotros |
Hace algunas horas atrás se llevó a cabo un simbólico acontecimiento ecológico mundial, hecho que viene realizándose desde hace de seis años atrás (marzo de 2007), con acciones que nos llevan a recordar que, cada último sábado del mes de marzo debemos apagar nuestras aparatos eléctrico de forma voluntaria.
EL APAGÓN MUNDIAL EN LA URB. EL RETABLO:
Recuerdo hace tres años atrás, este acontecimiento fue entendido y ejecutado, por un buen número de retablinos, que de manera voluntaria apagaron sus luces, para dejarlo así por una hora. Pero, aquella acción, que parecía un elemento de cambio de conciencia, observamos ahora y por lo que sucede en los dos últimos años, que sólo fue una acción de moda o de actuación momentánea, aquel año 2010; puesto que los dos años sucesivos, incluyendo el que acabamos de transcurrir, nos revelan que no hemos entendido el mensaje.
Por supuesto que es voluntario y además de ello, minúsculo nuestro aporte con esa pequeña acción de una hora. Muchos dirán, que "no logramos nada con una hora de apagar las luces"; pero hay muchos elementos que nos pueden indicar que no es tanto así. Si consideramos que de granito en granito se puede hacer un todo muy grande, si todos actuamos en unión. Claro está que si apaga solo un hogar apaga sus luces, es insignificante el aporte; pero a nivel mundial, eso insignificante deja de serlo para volverse apreciable. Aún así, no será inmenso el aporte, porque de todas formas una hora, no puede competir con el uso de horas que después viene. Sin embargo, será un aporte mundial, donde podemos expresar que cada uno de nosotros, pudo aportar algo simbólico, en esa "lucha" por hacer algo ante este problema mundial de origen humano. Y más aún, si como especie humana afectamos el medio ambiente, como humanos también debemos hacer algo por contrarrestarlo.
OTROS BENEFICIOS DEL APAGÓN MUNDIAL:
En todos estos años que se han realizado este acontecimiento, he descubierto que hay otros beneficios en torno a esta acción. Puesto que al apagar nuestras luces involucra estar una hora, al menos -sino dos, como acostumbramos en nuestro hogar-, para estar más cerca a nuestra familia, a nuestros padres, hijos o sobrinos. Además, nuestros pequeños se preguntan del por qué de este accionar, así llega el momento de inocular en la conciencia de ellos, la importancia de no continuar contaminando nuestro planeta. Y de alguna manera, ellos que serán los que manejen los destinos de nuestro planeta, puedan entender que algo deben hacer, o al menos en algo deben apoyar. Y creo que éste es uno de los apoyos simbólicos, que debemos brindar. tal vez dentro no muchos años, cuando un buen número de nosotros hayamos tomado conciencia a nivel mundial, procedamos en actuar de otra forma más directa. Empero, de algo debemos comenzar y creo que a nivel mundial algo se está haciendo ya.
DOS AÑOS SIN LA CONTUNDENCIA DE LOS PRIMEROS AÑOS:
No sólo debemos expresar lo que deja bien a nuestra localidad, sino que hay momentos también para llamarnos la atención, o al menos, informar lo que sucede en nuestro hogar, en nuestro barrio, en nuestro pasaje o calle, en contraste con el mundo.
Y que penoso resulta mencionar que en el caso de nuestra urbanización, al subir al último piso de nuestro hogar, observamos que el "apagón" había pasado por desapercibido en nuestra localidad. Salvo algunas excepciones, en la mayoría de nuestros hogares, no se siguió el ejemplo del mundo. Muchos "granitos de potenciales aportes" se perdieron y lo que debería ser un gran aporte, se vio aminorado ostensiblemente. Pero a pesar de ello, algunos de nuestros hogares decidieron apagar sus luces, para en la completa oscuridad hacer de ella, una pequeña luz de esperanza hacia el futuro.
RESULTADO DEL APAGÓN EN EL RETABLO:
En suma, aunque me produce algo de pesar, debo ser objetivo, y mencionar que nuestra urbanización hasta donde pude apreciar, especialmente, El Retablo en la III etapa, no se sumó a este aporte voluntario.
¿Que habrá sido de la I, II y IV ETAPA?.
Consulté a algunas personas que llegaban a casa -luego de trabajar-, en medio de este periodo de tiempo, acerca del cómo lo habían apreciado al recorrer la calles de la Av. Belaúnde Oeste y parte del Retablo: A la distancia pudieron notar que en los hogares de la II y IV etapa, el hecho de manera penosa se repetía:
Consulté a algunas personas que llegaban a casa -luego de trabajar-, en medio de este periodo de tiempo, acerca del cómo lo habían apreciado al recorrer la calles de la Av. Belaúnde Oeste y parte del Retablo: A la distancia pudieron notar que en los hogares de la II y IV etapa, el hecho de manera penosa se repetía:
¡NOS HABÍAMOS OLVIDADO DEL APAGÓN MUNDIAL 2013!.
Penosamente, nuestra urbanización no logró aportar, como pudo haberlo hecho antes. |
Nos queda espera que el próximo año retomemos lo que estamos perdiendo. Aún podemos hacer algo.
NRMQ
Que descuido por parte mía. Pero será la primera y última vez que lo olvide.
ResponderEliminarNo hay conciencia, que pena que también en mi zona tampoco se hayan apagado los electrodomésticos.
ResponderEliminarNos falta mucho.
ResponderEliminarUyyy!, eso si que me dolió. Aunque soy de San Agustín, debo reconocer mi falta.
ResponderEliminarTienes razón, debemos cambiar un montón. Buena por el llamado de atención.
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